Por fín, el día ha llegado, la felicidad ronda a tu
alrededor y todos esperan, desean verte, abrazarte, darte la bienvenida como nuevo
miembro de la familia, sonríen… pero
entonces, tres, dos, uno… la luz por fín alcanza tu cuerpo, y con la primera bocanada de aire, tus pulmones
se acostumbran bajo el llanto de tu aliento. Pero algo te pesa, tu todavía no
sabes de que se trata, pero con el paso de los años te darás cuenta que es esa
gran losa de la que no te puedes desprender, es ese handicap que llevarás atado
a tu cuerpo y que hace que hasta los caminos más rectos, se llenen de curvas.
En ese momento, no sólo tu lloras, sino que las risas de tu alrededor, se tiñen
de lágrimas…¿Dónde está el hijo que todos esperaban?¿Donde está la nueva
promesa de la familia? Todos esperaban más de ti y tu, sin embargo te miras, y
no te ves diferente a ellos; dos brazos, dos piernas, boca, dos ojos… pero
espera, hay algo en ellos, son más rasgados y tu lengua, la notas más gruesa y
larga, tus extremidades más cortas y tu espalda más ancha. Al observar tanta
tristeza crees que debes de ser un monstruo… y en ese preciso instante, alguien
te abraza, sientes el calor materno, un abrazo tan intenso que te hace sonreír
y justo en ese momento, los llantos se tiñen de alegría, porque TÚ sin saberlo
acabas de llenar sus vidas para siempre; TÚ convertirás cada lágrima derramada
en risas; TÚ cargarás con esa pesada losa y aún así, llegarás a la meta, TÚ
amarás como nadie, y harás que los demás, aquellos que creían haber conocido el
amor verdadero, se den cuenta de que estaban confundidos y que todavía se puede
querer más allá de los límites; TÚ destruirás barreras, esquivarás una y otra
vez todos los obstáculos que la ignorancia social te irá lanzando...El camino
será duro, por supuesto, pero te darás cuenta que solo caminando encontrarás lo
que buscas, tu meta, y lo que buscas sólo está en ti. TÚ eres la fortaleza, TÚ
eres el amor, TÚ eres la alegría, y TÚ, solo TÚ, puedes enseñarle a los demás
que la diferencia es lo que nos hace únicos y grandes. Nunca dejes de luchar, porque
TU lucha es NUESTRA vida.
A todos aquellos que alguna vez han hablado desde la ignorancia, si con este pequeño texto que he escrito, os he hecho reflexionar, me doy por satisfecha. Al resto, espero que os haya gustado. =)
Tienes razón querida en enfadarte conmigo por no publicar en tu blog, pero esa persona a la que describes se llama Iván, 38 años, aficionado del Real Madrid, tendría cinco años o tal vez alguno más cuando el día que el fisioterapeuta le dijo que había finalizado la rehabilitación de uno de sus pies, le hizo un corte de mangas.
ResponderEliminarEs mi primo, y créeme que soy su favorito, la diferencia está en que nunca le he tratado distinto que al resto, tal vez por eso para él sea yo distinto que los demás. Buenas noches y ahí lo dejo............Bueno, esta noche no. Hoy a estas horas, cuando debería estar estudiando decirte, no a tí, si no a todo aquel que se asome a este tu rincón, que solamente la sonrisa de un niño con eL síndrome de Down, es argumento de sobra para abolir la Ley del aborto.