miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hablemos de vejez…



 
Cada vez que te levantas, que te miras al espejo, un minuto, un segundo, una hora…ha pasado por encima de tu piel, de tu vida. Cada vez que pestañeas, la vida se desvanece, corre hacia delante a la par que las agujas del reloj; hagas lo que hagas, un torbellino de tiempo te azotará el resto de tu vida, hasta que ya no pueda más, hasta que tu cuerpo se llene de surcos, de caminos agotados que dejan en la expresión, la experiencia. Por eso, no se me ocurre otra cosa que disfrutarla, que llenarla de “te quieros”, porque quizás mañana será demasiado tarde; quizás cuando quieras hacerlo de verdad, no llegues a tiempo. Muchas veces, cuando discutimos, cuando nos enfadamos, no nos damos cuenta de esa cuenta atrás, nos olvidamos de que cada discusión, cada mala palabra, envejece a nuestro corazón. Quizás tenga razones para escribir todo esto, para sonreír, para llorar… pero sobre todo tengo muchas razones para pararme a pensar, a meditar en todo el tiempo malgastado en mi vida en tonterías y valorar lo que realmente importa. Y hoy más que nunca, quiero decirle a todos los “míos” que os quiero, que sois lo más importante de mi vida, y que gracias a vosotros, soy mejor persona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario