domingo, 18 de diciembre de 2011

Más parecidos que diferentes (Parte 1)



Extiendes tu mano sobre la mía, y todavía recuerdo cuando mi mano era minúscula en comparación con la tuya; lo que no recuerdo es cuando el tamaño de la mía ha alcanzado a la tuya, ¿En la adolescencia quizás?, no lo recuerdo con exactitud, pero tus manos siguen siendo más anchas y quizás un poco más ásperas y más torpes. Recuerdo, cuando tu mano agarraba a la mía y vigilaba que no me fuera demasiado lejos, y ahora…aunque muchos creáis lo contrario, y aunque su mano ya no agarre la mía, es el quien sigue vigilando que no me vaya demasiado lejos, quien me pregunta a donde voy y cuando voy a volver o que no llegue demasiado tarde.  ¿Y esa es su función verdad? Al fin y al cabo es mi hermano mayor y por eso me repatea cuando le dicen por la calle “¡Ay! ¡como te cuida tu hermana!, y lo cierto es que estàn muy confundidos (aunque yo también lo cuide), es él quien siempre ha cuidado de mi, y creo que lo seguirá haciendo el resto de su vida.

A pesar de las diferencias que seguramente más de uno apreciareis entre nosotros dos, (y no estoy hablando de cuestiones lógicas como puede ser la de sexo), las personas con Síndrome de Down, tienen su propia personalidad, y por mucho que intenten negarlo, son más parecidos a nosotros que diferentes. Para demostrároslo os voy a contar un poco como es mi hermano:

Adolfo (así es como se llama), pero yo le llamo “Adol”, es un “fashion victim”. No puedo evitar sonsacar una sonrisa cada vez que abre el armario y me dice que no tiene nada que ponerse,  simplemente me pregunta ¿qué me pongo?, o me dice que NECESITA un pantalón; y lógicamente como a muchos nos pasa, tiene ese “don” por escoger el más caro; Además, le encanta ponerse traje y corbata,  para grandes (y no tan grandes) celebraciones. Días antes, desempolva su traje del armario, lo extiende sobre la cama y a su lado va colocando con suma delicadeza y en fila india, todas sus corbatas, para poder elegirlas con mayor facilidad, cuando llegue el momento. Lo de la corbata suele ser un tema de discusión, (para nosotros, para el no), porque a pesar de haberlas sacado todas, siempre acaba eligiendo la más cantosa, la roja. Esa es su favorita.

Mi hermano cuando quiere, es un caballero de “pies a cabeza” y en muchos sitios en los que cualquiera se sentiría incómodo, o no sabría como comportarse, él siempre sale airoso. Pongamos un ejemplo;
En un restaurante de unos cuantos tenedores, yo seguramente me sentiría incómoda y me podría nerviosa al ver tantos cubiertos  y  tantas copas juntas a la vez. El por lo contrario, entraría con toda la naturalidad del mundo, con su traje impecable y con andares rectos y firmes, para evitar que el traje coja arruga alguna. Después de haberse sentado, seguramente acabaría cogiendo el primer cubierto que encontrara, y comería (eso si, con la servilleta bien extendida en las piernas, como debe ser), con la mayor tranquilidad posible…


[CONTINUARÁ…]

3 comentarios:

  1. Qué orgullosa te tes que sentir del!! Moi bonito o que escribes del, de verdade Mariña!

    Un biquiño

    ResponderEliminar
  2. Es fantástico como nos dan lecciones todos los días. Tus manos seguro que pronto alcanzaron el tamaño de las suyas porque ellos nos hacen grandes y no sé como, pero nos hacen mejores. Yo lo llamo el Síndrome "del Don".
    Me parece maravilloso que tenga tanto criterio a la hora de elegir su atuendo y la imagen que quiere proyectar, porque habla de una persona segura de sí misma y con un buen nivel de autoestima, algo que por desgracia se les ha negado durante tanto tiempo. Y eso, estoy segura de que ha sido gracias al apoyo de una familia que no le ha dicho nunca "no, tu no puedes" Y estoy segura de ello, aún sin conoceros, por este post y también por el título de tu blog: "Nunca digas nunca". Lo dice todo.
    Muchas gracias. Me ha enternecido por su absoluta frescura y AUTENTICIDAD. Espero ansiosa nuevos post y si no te importa lo compartiré en mi página.

    ResponderEliminar
  3. El sueño de la tortuga azul, me encanta como los has denominado "el síndrome del Don", porque son capaces de sacar sentimientos que ninguna otra persona podría... Y por supuesto que estaría encantada de que lo compartieras en tu página. Muchisimas Gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar